El artista Rudolf Stingel, nacido en Tirol del Sur y residente principalmente en Nueva York, ha diseñado para la Neue Nationalgalerie una instalación tan sencilla como impresionante. Sobre el suelo de granito del gran salón se colocó una alfombra especialmente hecha. El patrón de la alfombra se basa en una antigua alfombra india de Agra que posee el artista y que se convirtió en la base de esta obra de arte temporal.
Rudolf Stingel primero tradujo el adorno de su alfombra a una imagen en blanco y negro y luego la amplió digitalmente e imprimió varias veces en grandes extensiones de alfombra. Cuando se combinan, el resultado es un gesto artístico monumental, un patrón casi infinito en el espacio. La instalación va acompañada de una gran lámpara de araña de cristal, de modo que, en última instancia, se superponen varias alusiones a la historia cultural y artística europea.
Las alfombras de Agra y otras alfombras indias o persas siguen siendo hoy en día una de las características distintivas de la vida de la clase media. Estuvieron particularmente extendidos –junto con todo tipo de otras “orientales”– en la cultura de salón del siglo XIX y principios del XX. En habitaciones lujosamente amuebladas, las alfombras simbolizaban un estilo de vida exclusivo, una educación humanística o, como subraya el propio artista Rudolf Stingel, "un anhelo bien medido por el otro". A los primeros artistas modernos, como los expresionistas y las estrellas de cine de la UFA en Berlín, les encantaba el exotismo de las telas y alfombras con exuberantes estampados.
En los años 20, la estética de la Bauhaus se dirigía contra una cultura viva a menudo muy desordenada: los artistas de esta escuela basaban sus cuadros, esculturas y edificios en estructuras elementales y exigían claridad y concisión. Siguiendo esta tradición, la Nueva Galería Nacional fue construida en 1968 por el antiguo director de la Bauhaus, Ludwig Mies van der Rohe. Con Rudolf Stingel, este triunfo de la modernidad da un vuelco. Su instalación vincula el austero edificio con ornamentos ricamente curvados. La Neue Nationalgalerie ha sido descrita a menudo como un “templo moderno”; Rudolf Stingel la convierte en un “lugar de culto” de influencia oriental. Su alfombra invita a sentarse y tumbarse, como en la cultura viva árabe o incluso en la mezquita, posturas físicas que en Europa se consideran más informales y privadas.
Una lujosa lámpara de araña de cristal flota sobre la alfombra, evocando irónicamente lugares pomposos y apariencias glamorosas. Al mismo tiempo, subraya la visión ineludiblemente europea de Rudolf Stingel. En concreto, la lámpara de araña ilumina principalmente el adorno de la alfombra, que parece extenderse hasta el infinito en la casa de cristal abierta.