Taryn Simón.
Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos 22 de septiembre de 2011 - 1 de enero de 2012
Neue Nationalgalerie

Duración 22 de septiembre de 2011 - 1 de enero de 2012

Ubicación Nueva Galería Nacional

La exposición fue posible gracias a los Amigos de la Galería Nacional.

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Más información

“Intento mantener una clara distancia del sujeto. Nunca quiero decir que entiendo o que de alguna manera conozco el tema. De hecho, es más que no lo sé."
Taryn Simon

La Neue Nationalgalerie presenta la exposición “Taryn Simon. Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos”. Presenta el nuevo conjunto de obras del mismo nombre del artista de forma individual y por primera vez en una presentación especialmente creada para este fin.

Taryn Simon (*1975 en Nueva York, vive y trabaja allí) se hizo conocida internacionalmente con su serie de obras “The Innocents”. En él, la fotógrafa retrató a personas condenadas por error por delitos violentos en la respectiva escena del presunto crimen, después de dedicarse a los lugares ocultos e inaccesibles y a las cosas prohibidas de la sociedad estadounidense en los dos grupos de trabajo posteriores “An American Index of the Hidden and Unfamiliar”. y “Contraband”, ahora recurre a extraordinarios árboles genealógicos y sus historias asociadas con un trabajo fotográfico meticulosamente investigado e impresionantemente dedicado.

Para Un hombre vivo declarado muerto y otros capítulos (2011), Simon viajó por todo el mundo durante un período de cuatro años y compiló un archivo tan autónomo como intuitivo en su selección, que exploraba las relaciones entre el azar, el origen y otros componentes del destino.

Los 18 capítulos de la obra fotográfica están estrictamente divididos en tres partes: los retratos dispuestos linealmente de los familiares individuales, el texto factual y rico en hechos que proporciona información de fondo sobre los árboles genealógicos y la evidencia fotográfica que Simon ve como notas pictóricas a pie de página. los textos quieren. Estos capítulos cubren todo, desde clanes enfrentados en Brasil hasta el genocidio en Bosnia, pasando por los “muertos vivientes” en la India y los conejillos de indias en Australia.

Precisamente por la sobria estructura de la obra y el tono objetivo de la cámara y los textos, Simon evita cualquier comentario o afirmación sobre los capítulos narrados; el artista muestra agravios, crímenes y atrocidades sin acusarlos. Es esta discrepancia entre la naturaleza documental de los capítulos y el contenido que transmiten lo que permite que la obra desarrolle su efecto inquietante y opresivo y su significado social.