Peter Knoch
África, 2011

Artista
Peter Knoch

Título
África

Año de creación
2011

Tecnología y dimensiones
Cerámica vidriada y no vidriada, agua, lámina, cable metálico, dimensiones y forma variables

Año de adquisición
2017

Adquisición de la fundación

Monos, hienas y marionetas pueblan las instalaciones escénicas de Peter Knoch. En la obra escultórica del artista afincado en Berlín, los monos, en particular, se han convertido con el tiempo en un fondo imaginario y un vocabulario constantemente disponible para nuevas invenciones de imágenes. Como elementos de un vocabulario, aparecen de diferentes maneras en grandes relieves, como esculturas de cerámica, retratos o incluso en arreglos a gran escala como África , para luego guiar al espectador por otros senderos. La preocupación constante por las criaturas más cercanas a los humanos de todos los animales se debe a un viaje durante el cual los monos literalmente se toparon con el camino del artista. Este encuentro implicó un compromiso más largo en el sentido de que algo nos concierne y exige nuestra reacción. En los atractivos e inquietantes escenarios de Peter Knoch, siempre están en juego encuentros y acontecimientos personales, que están condensados, organizados formalmente, entrelazados con escenarios mitológicos de diversas maneras y situados a distancia.

La nueva adquisición África forma su propio cosmos atmosférico y juega con la fascinación del mundo a pequeña escala: estructuras negras con forma de árboles se agrupan en círculo alrededor de un barco con monos remeros, que parece deslizarse entre estas ramas muertas y abultadas. Las superficies cerámicas monocromáticas y mate de los monos y árboles negros absorben cada reflejo de su entorno y refuerzan la presencia visual expansiva y al mismo tiempo onírica de este mundo sin escapatoria. La bola flotante y brillante con hienas en reposo resalta el paisaje apocalíptico e irreal.

Lo que aquí es, en términos de artesanía y precisión y habilidad artística, el logro del género artístico de la escultura cerámica, que sólo recientemente ha sido respetado en el canon de apreciación convencional, surge del acto de equilibrio entre lo insondable y la bella apariencia. La obra con el título bastante provocativo África, que oscila entre la atractiva elegancia y la cruda incomodidad, abre un punto de intercambio donde lo desconocido y lo extraño se vuelven familiares y hogareños.

Birgit Effinger