A principios de 2006, la National Gallery se dedica a un tema general del arte europeo: la melancolía.
La idea de melancolía es la referencia universal de todas las obras maestras importantes desde la antigüedad hasta la actualidad, ya que se considera un rasgo emocional esencial del espíritu creativo y ha sido el motor de las grandes creaciones artísticas de todos los tiempos. Basada en la antigua teoría del temperamento, según la cual la distribución de los fluidos corporales determina el estado de ánimo de una persona, la melancolía describe tanto el estado de tristeza y depresión como el de la melancolía creativa. La conexión entre melancolía e inteligencia, mencionada por primera vez en el círculo de Aristóteles y destacada en la filosofía italiana del Renacimiento por Marsilio Ficino, sigue siendo formativa hasta el día de hoy.
A principios de 2006, la National Gallery se dedica a un tema general del arte europeo: la melancolía. La idea de melancolía es la referencia universal de todas las obras maestras importantes desde la antigüedad hasta la actualidad, ya que se considera un rasgo emocional esencial del espíritu creativo y ha sido el motor de las grandes creaciones artísticas de todos los tiempos.
Basada en la antigua teoría del temperamento, según la cual la distribución de los fluidos corporales determina el estado de ánimo de una persona, la melancolía describe tanto el estado de tristeza y depresión como el de la melancolía creativa.
La conexión entre melancolía e inteligencia, mencionada por primera vez en el círculo de Aristóteles y destacada en la filosofía italiana del Renacimiento por Marsilio Ficino, sigue siendo formativa hasta el día de hoy. Sin embargo, con el descubrimiento de la circulación sanguínea en el siglo XVII, la antigua teoría de los cuatro humores ya no correspondía al estándar científico; sin embargo, la fascinación por el término melancolía y sus asociaciones permaneció intacta y desencadenó fuertes impulsos en una amplia variedad de áreas de conocimiento.
La melancolía es la conciencia de la finitud del conocimiento humano en un mundo percibido como infinito. El deseo de romper estas barreras y avanzar hacia nuevos horizontes sigue siendo una de las definiciones esenciales del arte actual. La melancolía y el culto al genio asociado a ella hacen posible el arte.