Susan Philipsz
Instrumentos musicales dañados por la guerra (goma laca), 2015

Artista
Susan Philipsz

Título
Instrumentos musicales dañados por la guerra (goma laca)

Año de creación
2015

Tecnología y dimensiones
instalación de sonido multicanal: 6 altavoces TOA TH-650, reproductor multimedia, amplificador, 6 memorias USB, 6 colgadores / dimensiones de instalación variables

Año de adquisición
2016

Adquisición de la fundación

La artista escocesa Susan Philipsz lleva unas dos décadas trabajando en la reordenación de fuentes musicales/literarias y constelaciones históricas específicas. La artista utiliza a menudo secuencias de música (pop) común, algunas de las cuales ella misma interpreta a capella. Entre ellas se incluyen canciones de los grupos Nirvana, Radiohead y Velvet Underground, así como baladas irlandesas y escocesas, canciones populares, canciones de trabajadores, chabolas y composiciones clásicas (John Dowland, Ravel, Offenbach).

En 2014, Susan Philipsz desarrolló una instalación sonora para Eastside Projects en Birmingham basada en las composiciones del artista para instrumentos musicales dañados por la guerra. Los instrumentos musicales, en su mayoría instrumentos de viento de la Primera Guerra Mundial, que estaban cubiertos con una gruesa capa de goma laca para evitar reflejos de luz, por así decirlo camuflados, se encontraban en colecciones institucionales y estaban expuestos en vitrinas sin usar desde hacía décadas. Philipsz condensa las grabaciones de los instrumentos musicales tocados individualmente en un "conjunto roto" y crea así una impresionante instalación sonora que llena la habitación.

Para su instalación “War Damaged Musical Instruments (Shellac)”, Susan Philipsz organiza nuevas grabaciones de instrumentos musicales de las colecciones de los museos de historia militar de Gran Bretaña que fueron destruidos durante la Primera Guerra Mundial: un fliscorno derribado; una bocina de caballería (mi bemol mayor) recuperada de los restos del carguero británico SS Pomeranian, hundido por un submarino alemán en 1918; un clarinete (mi bemol mayor) destruido por metralla; y una tuba alemana, capturada como trofeo en la guerra de trincheras. La melodía sigue la señal de trompeta militar "Taptoe" (o: "Tap" o "The Last Post"), que anunciaba a las tropas combatientes y a los heridos que la batalla había terminado y los soldados, siguiendo el sonido de la trompeta, debían regresar a casa con su familia. Cada instrumento está asignado por separado a uno de los altavoces, lo que deforma el sonido al mayor grado de abstracción posible.

Su trabajo se mostró más recientemente en dOCUMENTA 13, como parte de la exposición “Sound Art” en el MoMA de Nueva York, en el Hamburger Bahnhof – Museum für Aktuell – Berlín y en el K21 en Düsseldorf. En 2010 Susan Philipsz recibió el Premio Turner.